lunes, 11 de abril de 2011

La diferencia que supone un día

Creo que empiezo a entenderlo. Todas esas leyendas de mariposas en el estómago, almas gemelas y medias naranjas… Es cuestión de tiempo.

Puede que llegara en el momento equivocado, pero ya sabes, estas cosas no se eligen. Se sienten y punto. Sería precioso que dijéramos “fue un flechazo” o “desde que te vi, supe que ibas a ser la persona más importante de mi vida”, pero no somos así. Nunca lo hemos sido, y al fin y al cabo, también en eso hay parte de magia, ¿no?
Porque lo que intento explicarte, aunque a trompicones y con algún que otro traspiés, es más excitante que una tarde en el parque de atracciones, tan sincero como la primera de las sonrisas

Que nunca antes había hablado con alguien durante horas seguidas, y me parecieron minutos; que nadie como tú, acariciándome la cara, me había tocado el alma; que me muero de ganas por besarte en los labios y curarte el corazón; que, como dice Guido, sólo si me volviera loca te diría que haría el amor contigo, delante de tu casa, toda la vida.

Pero eso ya forma parte de otro capítulo… Y si tú quieres yo puedo robarle horas al día para escribirlo.

2 comentarios:

  1. ooohhh me ha encantado!!!
    Y si ... muy cierto.. aunk tambhién hay otra variante.. la de q se sientes el flechazo cuando realmente no se debería sentir...

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  2. Porque él es mejor que el chico de tus sueños, él es real.

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