Hay personas que, por arte de magia, desaparecen. Otras, en cambio, se quedan siempre a tu lado, sin trucos, trampa ni cartón.
Y te recuerdan, aunque a veces se te olvide, que tú sola (también y todavía) sabes bailar: es cuestión de mover el cuerpo, los pies, los brazos... en orden y al compás.
Y, sencillamente, vivir.
Pues si, vivir bailando y sonriendo
ResponderEliminarBESOS y feliz finde
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ResponderEliminar¡Hola! Tienes un blog fabuloso. Esta entrada tiene mucha razón: hay que vivir sin importar lo demás.
ResponderEliminarSaludos, te sigo ^^