jueves, 17 de febrero de 2011

Mía Sarah

Los príncipes no son azules. Las durmientes, aunque sean bellas, nunca despiertan de su sueño. Y, ¿quién ha besado alguna vez a un sapo?


Ella, en cambio, es real. Y persigue al Conejo Blanco para convertir mi mundo en un país de maravillas.

Si hablasen los espejos, dirían que es sin duda la más bonita del cuento. 
Por mi parte, si algún día me tropiezo con Merlín, le daré las gracias por haberla cruzado en mi camino.

A la que quiero como a nadie, y necesito como a ninguna... 

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